Una tienda de trek debe ser ligera, compacta y de fácil montaje. Además tendrá que ser resistente al viento, a la lluvia y a las bajas temperaturas. La tienda canadiense queda fuera de nuestro interés ya que no reúne las condiciones - por falta de rigidez, poco aprovechamiento del espacio, aerodinámica etc ... - para su uso en montaña . Son adecuadas para nuestra actividad las llamadas de tipo "iglú" y las geodesicas.
Una tienda iglú tiene que ser lo más esférica posible para mejorar la aerodinámica. Suelen llevar una varilla corta, cruzada sobre el punto más alto -en el que hacen lo propio los dos mástiles que la sustentan- para obtener esta forma redondeada. Esta solución (3 varillas) es una polivalente opción para el trekking y el montañismo, ya que nos servirá para la mayoría de las situaciones. Modelos con más varillas serán más estables, más resistentes al peso de la nieve etc .... pero posiblemente sean más técnicas de lo necesario para un usuario medio. Son también más caras y pesadas.
Las tiendas geodesicas son la evolución de las antiguas tiendas túnel. Ahora varias varillas la cruzan dando lugar a su extraño diseño. Tienen como principal ventaja su ligereza y poco volumen. Por contra ofrecen poco espacio para dejar el material -las iglús tienen dos ábsides- y si os veis obligado a permanecer un par de días dentro de la tienda, debido por ejemplo al mal tiempo, quizás os resulte un poco claustrofobica.
Veamos las diferentes partes de una tienda:
El doble techo es la pieza que aísla la tienda del exterior. Debería tener al menos dos ventanillas de aireación, colocadas la una frente a la otra. Las cremalleras mejor de plástico duro y con unas solapas que la protejan de las heladas.
La impermeabilidad nunca debería ser inferior a los 1500 mm de "Columna de agua".
Los faldones solo serán necesarios en condiciones extremas y añaden peso a la tienda, un modelo con un doble techo que quede a un par de ctms. del suelo quizás pueda servirnos también.
Para impermeabilizar las costuras lo más utilizado es el termo sellado, consistente en adherir -por la cara de dentro- una banda de un material impermeable sobre ellas.
El techo interior tiene que ser transpirable y una vez montada la tienda no debe tocar con el doble techo.
El sistema de ganchos mediante el cual la tela se "cuelga" de las varillas es más práctico que el de meterlas por los canales hechos en el mismo tejido.
Las varillas son el sostén de la tienda. Deben ser flexibles y poderse curvar sin llegar a deformarse, recuperando después su posición. Las tenemos de fibra de vidrio y de aluminio. Estas últimas son más flexibles, duraderas, ligeras y resistentes al frío.